El sistema eléctrico de Lanzarote – Fuerteventura, fuente de problemas

A medida que iba creciendo la demanda de potencia en estas islas, sobre todo en Lanzarote, se tuvieron que instalar transformadores más potentes acordes con la nueva situación. las nuevas máquinas —en parte por ser más potentes y en parte porque estaban construidas con criterios de optimización del material magnético— tenían unas corrientes de inserción mucho mayores de lo normal. Eso unido a la débil generación del sistema, provocaba en ocasiones la desconexión en cadena de varios generadores y un apagón en ambas islas a la vez. La situación se agravaba aún más, cuanto mayor era el tiempo que la máquina llevase desconectada.

Durante varios meses se estuvo estudiando una solución; pero mientras se adoptaba, cada vez que se requería la conexión de uno de estos dichosos transformadores, había que hacerlo con un generador aislado del resto de la red para no afectar al servicio; una vez energizado, se sincronizaba con el resto de la central eléctrica. Esta solución provisional, aparte de requerir gran cantidad de maniobras, exigía tener un generador disponible para someterlo a condiciones de estrés electromecánico, ya que muchas veces había que realizar varios intentos para lograr conectar el transformador de distribución.

La solución definitiva pasaba por buscar algún sistema que limitase esa elevada corriente de inserción —alcanzaba casi 6 veces la corriente nominal del transformador, que se confundía con la corriente de un cortocircuito— que dependía del valor instantáneo de la tensión que hubiese en el momento de la conexión; cuanto más baja la tensión, más alta la corriente de inserción. La clave estaba en conseguir conectar cada polo del interruptor independientemente y cuando la tensión de cada fase tuviera su valor instantáneo máximo.

A mediados de los 90 del siglo pasado se instalaron interruptores trifásicos de cierre unipolar y un relé que se encargaba de ejecutar la orden de conexión escalonada de los polos por separado, en el momento más adecuado.

Fotos:

1ª En el sistema trifásico de tensiones representado conectaríamos el polo de la fase C en 30º, él de la fase A en 90º y el último en 150º;

2ª Corriente de inserción de un transformador 66/20 kilovoltios y 40 MVA —mega-voltio-amperios— de potencia, registrada en una subestación en Gran Canaria.

3º Relé de sincronismo de cierre de Altoms.

4º Y para los más aplicados, gráficas de corriente de inserción teórica para los valores mínimo y máximo de tensión, tomada del libro de transformadores del autor Enrique Ras.

El sistema eléctrico de Lanzarote – Fuerteventura, fuente de problemas - © - Rito Santiago Moreno Rodríguez