Cereales para desayunar, ese invento moderno

Otra labor que reunía a toda la familia en la finca del abuelo era el descaparachado o descamisado del millo.  Lo hacíamos con un palo de unos 20 cm de largo al que se le afilaba la punta a modo de lápiz, pero más grueso, al que llamábamos espucho.

Tras el secado al sol de las piñas se desgranaban, y antes de enviarlo al molino para obtener el gofio era tostado.

Los olores del millo tostado y del gofio recién molido son los que más me transportan a mi infancia.

Estas labores,  más que trabajo, eran consideradas como un acto social, pues eran realizadas colectivamente.

Cereales para desayunar - © - Rito Santiago Moreno Rodríguez