Ofrendas a la virgen
No entendía la devoción que tenía mi vecina Pilarito cuando todos los años iba desde Majadilla a Teror a recitar una oda a la virgen del Pino. Recuerdo verla salir vestida con el traje típico y en menos de dos horas verla por televisión recitando su sentida oración.
Pasado los años, mi cuñado me pidió que le ayudase portando el micrófono inalámbrico en medio de los grupos y rondallas asistentes a la romería de Las Marías. Aunque no se captaba la música y las voces simultáneamente, la retrasmisión se salvó por la oda que recitó con mucho sentimiento un anciano. A pesar de estar concentrado en mi labor llegué a percibir la emoción que ponía en sus versos y se me pusieron los vellos de punta como al resto de los presentes que irrumpieron en aplausos.
Aunque sigo sin entender la devoción que tienen a estas imágenes, creo que es totalmente sincera, de otra manera no se entendería que tanto Pilarito en Teror, como aquel señor en Guía, transmitiesen tanta emoción con sus palabras.
Foto: Imágenes de la virgen del Pino y de la de Guía.